La Familia



La perseverancia en un objetivo apasionado. Con este lema nos marcamos en Bodegas Regajo el trabajo sobre la tierra y la vid, y con ello vendimiar el fruto por San Mateo guiados por la ilusión que trae cada año, renovando el aprendizaje y afianzando la tradición con el esfuerzo.
1950, el germen. Manuel Regajo, guiado por las ideas de su hijo José Regajo, comienza la plantación de vides en la Viña del Mellizo, alentados por la oportunidad del momento y sirviéndose de burras para llevar la uva desde el paraje de Las Cabezas hasta la Calle Compás de Fregenal de la Sierra, donde permanecía la bodega en sus inicios con las primeras tinajas de barro.
Manuel Regajo y Kika Murillo

Manuel Regajo y Francisca Murillo, el nacimiento de la bodega

El espíritu emprendedor. José Regajo aprovechó el crecimiento de buenas cosechas correlativas a finales de la década de 1950 y en la de 1960 para animar a su padre en la compra de más conos de barro, llevando a la ampliación de la bodega, ya en la Calle Nueva Santa Ana, y construyendo la base de lo que hoy son las instalaciones de prensado y fermentación.
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José Regajo, el impulsor de la bodega

De las primeras añadas fruto de la pisa a la prensa tradicional. El impulsor mantenía el negocio con la venta de vino a granel, el Pitarra, sobre todo con las garrafas de cristal de 16 litros, origen de lo que fue la taberna desde 1982, a la par que mantenía el cuidado del campo con el cuñado Ignacio y otros familiares.
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José Regajo y Ana Barragán, el apoyo diario
El terreno del panadero deja paso a nuevas suertes. Con la llegada de la tercera generación, de la mano de Kika y Ana María, especialmente, junto a José Regajo, nuevos campos surten a la bodega para conseguir diversos caldos, acompañando en ello los consejos del enólogo Aniceto Mesías y el apoyo de Emilio.
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En la faena con José Luis, Kiko, Pepe Venegas, Alfonso, Emilio y Pepe Sánchez-Moreno

La llegada de las variedades. La tercera generación reconoce y honra lo creado allá por los años de la década de 1950 y ha plantado más variedades de uvas en los nuevos terrenos, siempre con la intención de aprender cada día más, con el apoyo de la cuarta generación, sumando nueva maquinaria y técnicas para la elaboración y partiendo de las ventas en la tienda de Nueva Santa Ana hacia otros puntos.
"El buen vino al beberse hace historia creando recuerdos"
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